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Actualizar Programas

Actualizo de Windows 98 a ME, a XP Home?

Todavía trabajando con Office 97 - y por qué no?

Las aplicaciones informáticas están en permanente evolución. La presión del mercado obliga a introducir mejoras continuas, que no siempre son necesarias para los usuarios. En algunos casos se consiguen mejoras de productividad, pero en otros, se trata de añadir funcionalidades a un programa al que no le estamos sacando todo el partido, por no conocerlo bien. No siempre compensa actualizar los programas a la última versión.

Los editores identifican las versiones de forma que no haya confusiones. Ese es el origen de los numerales que suelen acompañar al nombre del programa. A veces se emplea un número seguido de un punto y otro número. En estos casos se trata de una pequeña modificación, normalmente para corregir defectos.

Por cuestiones de marketing, algunos fabricantes cambiaron el sistema de numeración por otro asociado a las fechas (p.e., Microsoft, con Windows 95, Windows 98, Windows 2000; Lotus con SmartSuite 98, SmartSuite Millenium).

Para ciertas aplicaciones la actualización es obligada, por la naturaleza de su campo de acción: programas contables, de nóminas, cumplimiento de reglamentos, etc. deben actualizarse permanentemente - de otra forma la aplicación sería inútil, por no cumplir las reglamentaciones vigentes.

En otras ocasiones se producen cambios que provocan la necesaria revisión y actualización de los programas: el 'bug' del año 2000, la introducción del Euro en Europa....

Tradicionalmente los fabricantes cargaban un porcentaje del precio de venta de los programas en concepto de mantenimiento. Este porcentaje solía estar entre el 15 y el 25% del valor total, e incluía todas las nuevas versiones y modificaciones. Las modificaciones, ya que constituyen simplemente corrección de errores y mejoras menores, solían ser gratuitas o costar los gastos de envío. Con las actualizaciones vía internet, el coste suele (y debe!) ser ahora gratuito.

Otra opción era no contratar mantenimiento, y cuando aparecía la nueva versión, si se deseaba actualizar, se pagaba un porcentaje del precio del programa (generalmente entre un 25 y un 50% del valor total).

Antes de cambiar de versión debe considerar:

  • cuáles son las mejoras que ofrece la nueva versión?
  • son de utilidad para mi negocio estas mejoras?
  • están mis equipos preparados para la nueva versión o necesito actualizarlos?
  • cuáles son los costes derivados: adquisición, instalación, aprendizaje...?

Antes de cambiar de versión o instalar un parche se recomienda hacer una copia de seguridad - y en este caso no sólo de los datos, también de los programas.

En algunos casos, el cambio de versión puede venir determinado por incompatibilidad de formatos. si no actualizamos, no podremos leer los formatos más recientes - si actualizamos, los que trabajan con nosotros no podrán leer nuestros ficheros. La solución es intercambiar ficheros usando formatos relativamente universales.

Elegir el momento adecuado - un momento de poca carga de trabajo - no en pleno cierre de facturación, o preparando un concurso!

Procure mantener al día sus programas, aplicando los parches correspondientes. Pero no siempre es conveniente actualizar los programas a sus últimas versiones. A menudo es más productivo invertir en formación que en actualización.

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